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martes, 24 de julio de 2012

CREPITANTE CRETA


Escena 1: viaje en ferry.

Mi hija mayor tiene el ceño fruncido porque en alta mar no hay wifi. La mediana está vomitando por el oleaje y el pequeño hace cola conmigo en el baño. En esto, un niño, contento al ver a alguien que habla su mismo idioma le dice:
-¡Hola! Estás de vacaciones en Grecia?
-Sí, voy en un barco. Tú, ¿Cómo te llamas?
-Mario.
-¿Tú eres Mario Casas?- está claro que, a los 3 años, tener hermanas mayores imprime carácter.
La hermana del niño (Irene), después de la carcajada le pregunta:
-Y tú, ¿cómo te llamas?
-Irai.
-Uf! No conozco ningún Irai famoso.
-Soy yo. Es que de mayor voy a salir en la tele.

Dos horas después de llegar a Creta ya me han comido los mosquitos pero menos mal que una sopa de tomate picante reconstituye el espíritu.

Creta no es Santorini. Puede ser mejor; pero es otro tipo de turismo. Aquí no parece que se esté celebrando una convención de rubias. Aquí hay playas (increíbles, eso sí), familias y  pueblos costeros; pero acojona de verdad ver como conducen en Creta.




Es la palabra adecuada, y lo digo muy en serio. Hemos visto como el coche que iba delante, adelantaba a una moto y el de detrás nos adelantó a nosotros y, de paso, al que estaba adelantando. Todos a la vez, en raya continua y en una carretera de un solo carril para cada dirección, mientras del otro lado venía un autobús. Los cuatro justo delante, circulando a la par, aprovechando los dos arcenes para no chocar entre ellos. De auténtico pánico. Y más si ves las casitas funerarias que decoran cada tramo de la carretera.

Solo entre Retimnon y Chaniá (60 Km) hemos contado más de 80 casitas. ¡Las venden hasta en las gasolineras!! Al final, hemos preguntado a Dimitri el dueño del Amazones Villas que significaban y nos ha contado que en Creta se tiene la costumbre de colocar esos símbolos funerarios en los laterales de la carretera cada vez que alguien muere en un accidente de tráfico, para recordarle y llevarle flores. Pero son centenares solo en una isla que tendrá poco más del tamaño de Navarra. Tétrico.

Amazones Villas es el lugar  que buscábamos, un apartotel con mucho encanto en el noreste de Creta, a unos 30 Km de la capital. Los dueños, Dimitri y Natasha crean un ambiente increíble en un sitio lleno de árboles frutales, con un pub y casitas blancas y azules… Todo lo que se puede pedir para unas vacaciones.

Entre los destinos para ver dentro de Creta está Rethymnom, una ciudad preciosa del nordeste de la isla en la que destaca su fortificación preparada para luchar contra las invasiones piratas y unas callejuelas estrechas por las que pasear lentamente mientras buscas un lugar pintoresco donde poder tomar algo. Una ciudad con mucho encanto, con huellas de los turcos, los venecianos… En la zona está también la cueva del monte Ida el lugar en el que, según la leyenda, nació Zeus, el padre de los dioses y los hombres.



Pero aun nos gustó más Chaniá, la segunda ciudad más importante de Creta, con su puerto pesquero de origen veneciano presidido por un faro magnífico. Se creó sobre el antiguo asentamiento de Kydonia y se cuenta que está habitada desde el neolítico (en Grecia todo parece así, casi eterno), aunque fue bombardeada durante la II Guerra mundial pero, por lo demás, se conserva brillante, majestuosa…




En Agios Nikolaus hay un lago que es el centro de todo, aunque yo pienso que no es realmente un lago porque está conectado con el mar. Allí hemos cogido un barco destino a Spinalogka, una isla que fue la última leprosería que ha existido en Europa. Imaginar lo que sentirían los enfermos cuando les dejaban allí pone la piel de gallina. Tenía que ser angustioso, asfixiante. La pérdida de toda esperanza.




Y Cnosos (uno de los mayores yacimientos arqueológicos del mundo). Siempre había pensado que el día que más calor he pasado de toda mi vida fue visitando Efeso, hace ya 18 años, pero en Cnosos se ha superado la marca. 44º sin ninguna sombra, ni un árbol, ni una mota de brisa. Un camarero de la zumería que hay a la entrada hablaba castellano y, cuando nos ha preguntado de dónde veníamos, nos ha dicho:

-Entonces, somos parientes. La vuestra es la ciudad de los toros y la nuestra también.




Eso en cuanto a geografía. En gastronomía, por supuesto el tzatziki, el kebab, la musaka, la ensalada griega, con queso Feta, por supuesto y productos que crecen de manera desbordada. Dicen que el 20% del aceite de oliva del mundo se produce aquí. Exagerado, me parece, pero eso es lo que dicen las guías. Claro que cuando al leerlo, una se pone a pensar en Jaén, en la Toscana, en todo el aceite que se produce en Túnez, en el resto de Grecia… y parece imposible, pero la verdad es que hay extensiones inmensas de olivos allí por donde pasas.




Y están también las sandías. Las sandías son aquí tan grandes que ya decía el gran escritor Nikos Kazantzakis que en Creta crecen las sandías de un tamaño tan descomunal que si por las noches vas a un huerto de sandías puedes oír su crepitar.




Eso es magia. La magia de la crepitante Creta.

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